Pedir perdón

Cuando en verdad estés arrepentido de haberle causado alguna pena o daño a un ser querido, pide perdón, si en verdad lo sientes pide perdón.

Decir “Si te he ofendido, perdón” no es válido, de antemano sabes que ofendiste, está de más agregar el “Si te he ofendido” o decir "No sé que fue lo que hice pero, perdoname! di simplemente “Perdón”, no es necesario decir más.


Es bien sabido que, de quienes mas nos aman o a quienes más amamos son quienes nos hacen y a quienes podemos hacer más daño, de quienes podemos recibir las heridas mas profundas y que jamás se borrarían sin ayuda del amor, las heridas del corazón. Pedir perdón a un ser amado jamás va a ser una humillación, más bien cuando has lastimado, es una obligación.

Si alguna vez te ha tocado hacerlo, sabes que no es nada fácil, más si la otra persona no acepta tu arrepentimiento, si la otra persona ni siquiera quiere escucharte o lo hace de mala gana. Cuando estás pidiendo perdón y la otra persona no voltea a verte a los ojos o bien, empieza a llorar.

Di “Perdón” cuando en verdad valga la pena, ya que si piensas que no lo vale no será un arrepentimiento real de tu acto o de tus palabras. El arrepentimiento tiene que venir de tu corazón y de tu razón, tienes que sentirlo y estar convencido que haces lo correcto, de lo contrario la otra persona probablemente se dé cuenta de esto y quedes peor que antes.

Pide perdón aunque te tengas que agachar, pide perdón aunque no puedas ver a los ojos, pide perdón y hazlo lo más pronto posible. Tal vez ese perdón que buscas no te sea dado, pero si no lo haces hoy quiza mañana ya no tengas oportunidad de hacerlo y vivirás pensando en por qué no lo hiciste, en que tal vez esa persona, sí te hubiese perdonado y no hubieses perdido su confianza o bien a la persona misma.
Pídelo y una vez que te lo hayan dado, voltea, mira a los ojos a esa persona y vuelve a repetir “Perdóname” “En verdad lo siento”.

No trates de poner escusas, solo di que te equivocaste, tratar de justificarte puede empeorar las cosas, mejor di que te pusiste en su lado, que viste las cosas desde la parte afectada y por eso te has arrepentido de haberlo hecho.

Decir que no volverá a ocurrir es una forma de querer ganar nuevamente la confianza de esa persona, pero no lo digas si no estás cien por ciento seguro de que no volverá a pasar. De todos modos si vuelves a hacer algo similar, la otra persona probablemente te vuelva a perdonar pero la confianza quedará rota para siempre y las cosas difícilmente volverán a ser como antes.

Y si la otra persona no te da su perdón, aprende de la lección.

Fotografía de Joel Ruiz