sábado, 2 de octubre de 2010

Aquella noche

Solo un espacio mas todos mis miedos
separaban mi mano de tu brazo,
Tu silueta marcada por los rayos de la luna
Un no, un sí, que esperar?
No podía apartar la mirada de tu pecho,
tu abdomen, tus hombros, vastos varoniles.
En mi cabeza comenzaron a sonar las palabras de un viejo,
que hubiera querido ser valiente cuando joven
y hacer, solo hacer, no aguantar.
Entonces te toqué,
Alcé tu brazo, me metí en tu pecho,
suspiré…
De la manera más tierna me acogiste entre tus brazos
y con suaves caricias me mostraste,
la dulzura, delicadeza, ternura, inusuales en ti.
Detrás de esa mirada profunda y ese semblante recio
encontré lo que esperaba obtener, y más
un mundo de emociones mas.
Te adoré,
En ese instante una adición se apoderó de mí
no podía pensar, mi instinto me pedía mas,
Te abracé,
Percibí el aroma de tu cuello, de tu pecho,
tus grandes manos me protegieron, me sentí a salvo.
Tus labios pronto estuvieron junto a los míos,
suaves, cálidos, sustanciosos besos surgieron,
interminables, vigorosos.
Aquella noche, miles de sensaciones despertaron,
y nosotros ni un solo instante dormimos…

24/09/10

1 comentario:

vesania dijo...

noches en vela.... mmm de calor piel sudor, exquisito, me gustan las imagenes...

besos