miércoles, 18 de marzo de 2009

El Qué dirán…

Si hay algo en esta vida que casi es una ley como el hecho de que algún día moriremos es que nunca tendremos a todas las personas a nuestro alrededor contentas.

Siempre habrá alguien a quien no le caigamos bien, alguien que no nos tolere, alguien que nos tenga envidia y se la pase inventando cosas sobre nosotros. Pero no podemos estar pensando todo el tiempo en la forma de agradar a todas las personas, en sí lo que decimos agradará o lo que hacemos no molestará a nadie. Vivir así es bastante pesado.


A la mayoría de las personas no nos gusta andar en boca de todos, a menos de que seas Niurka y te agrade el escándalo o vivas de él. Pero para las personas comunes nos es bastante molesto que se inventen cosas sobre nosotros y anden hablando mentiras a nuestras espaldas.

Yo lo veo de este modo, si las personas hablan de mí, es porque soy importante en sus vidas, me preocuparé el día que dejen de hablar, pues seré una mortal más que pasa desapercibida por la vida. Cuando hablan cosas buenas sobre mí y me doy cuenta, me alegro, cuando hablan mal y me doy cuenta pienso “Soy importante en sus vidas”

No podemos estar frenando nuestras acciones por tener miedo al “Qué dirán” pues la mayoría de las personas exitosas en el mundo solo actúan, son como ellos son sin mascaras, sin tapujos y no tienen miedo al ridículo o al fracaso pues están consientes de que entre más errores se cometan más cerca están de la respuesta correcta.

Hay que ser nosotros mismos, aceptarnos tal cual somos y si vemos que ya de plano de 10 personas a las que conocemos 9 no nos tragan y 1 nos ignora, ahí si debemos reflexionar un poco sobre si estamos actuando de una forma egoísta, la manera en la que nos estamos dirigiendo hacia ellos o la manera en la que estamos pidiendo las cosas. Esto lo digo porque conozco una chica a la que nadie quiere en mi trabajo, pues es malísima onda, pide las cosas de una forma muy grosera, siempre quiere dejar a los demás en ridículo, le levanta la voz a quien le da su gana, en fin, yo la tolero, trato de sobrellevarla, pero hay días en los que consigue sacarme de mis casillas y prefiero ignorarla. Pero bueno, este es un caso extremo donde solo un psicólogo tendría algo que hacer, creo yo.

Llevemos nuestra vida tranquila, no nos preocupemos tanto por lo que pasará mañana y menos por lo que dirá la gente, pues tal vez quizá mañana ya no estemos y solo dirán cosas buenas sobre nosotros. Así pasa con casi todos los que mueren.




Imagen de ibuki

1 comentario:

Meg dijo...

Pss a mi la unica opinion q me importa es la de mi papa los demas q digan misa!!!!